Hay dolores en la zona de la mandíbula que pueden aparecer repentinamente cuando menos lo esperamos, o ir aumentando paulatinamente. Algunas veces, estos pueden ser suficientemente intensos para interferir con las actividades diarias de quien lo padece.
En principio, suele desconocerse la causa. Saber el motivo de la dolencia será fundamental para atacar el problema. Dependiendo de eso, se podrá empezar el tratamiento más adecuado para solucionarlo a tiempo y sin mayores complicaciones.
Un especialista de la salud bucal será el indicado para establecer un diagnóstico mediante diferentes estudios partiendo de los síntomas que presenta el paciente.
Causas del dolor del dolor de mandíbula
Entre algunas de las posibles causas que pudiesen estar originando esta afección se encuentran las siguientes:
- Trastorno temporomandibular: También conocido como TMD, perjudica la articulación y los músculos alrededor de la mandíbula. Dificulta el libre movimiento como la masticación. Asimismo, pueden haber ruidos al abrir la boca junto con dolores que varían de intensidad.
- Enfermedades dentales: El avance de enfermedades bucales que comprometen encías y dientes desencadenan procesos inflamatorios que pueden irradiar hacia la mandíbula. Padecer de caries, gingivitis o periodontitis pudiesen comprometer la zona mandibular y causar dolencia.
- Abscesos: Cuando el tejido de la pulpa dentaria sufre un proceso infeccioso, pueden formarse abscesos en el interior del diente. Esta situación posiblemente llegue a afectar el hueso al alcanzar la raíz y generar un intenso malestar en la quijada.
- Bruxismo o rechinamiento de los dientes: El movimiento de la mandíbula que conlleva al rechinar de los dientes puede ocasionar además dolores de cabeza, espalda y cuello. Si esta es la causa, es posible que también se produzcan desgastes o fracturas en las piezas dentales.
¿Cuáles son los posibles tratamientos para el dolor de mandíbula?
Dependiendo de la causa, los tratamientos para quitar o aliviar el dolor de mandíbula pueden incluir desde terapias hasta cirugías maxilofaciales. En la actualidad, existen muchos métodos que pueden corregir esta afección.
Cuando se trata de trastornos temporomandibulares, los tratamientos varían. Pueden requerir del suministro de medicamentos o aplicación de técnicas de ortodoncia, ultrasonidos, ondas de radio, estimulación eléctrica o terapias de calor y frío.
Habrá casos donde la intervención quirúrgica se convierte en la única opción para combatir el dolor severo. El tiempo de recuperación será diferente en todas ellas, pero pueden ser muy efectivas si se aplican acertadamente de acuerdo al tipo de trastorno que se presenta.
